Challenge: No Shopping for a Month / Cero Compras Por Un Mes
Trying not to shop is hard, trust me I get it. Plus, living in New York and saving don't really go hand in hand when you want to have a social live and well, eat.
Rent is outrageous, food, especially good local and organic food, could easily be an entire paycheck and with every single major retailer and endless really cool shops everywhere you go in the city, trying to stay away is tiring and sometimes borderline impossible.
If you have read any of my past travel posts or even this one about kids jeans, you know that I love thrift shopping. Buying second hand is fun and cheap, and in my opinion has helped me build a really unique and full-of-character wardrobe for a fraction of the price, thanks to the Goodwills and Uniques of the world.
But the other day, as I went through my bank account after getting paid, I noticed a striking pattern: I had spent $60 bucks shopping at the same thrift store in just two weeks. Sure, I got well over 10 pieces, but still, $60 is a decent grocery list and one to two solid dinners.
I felt like needed to do something.
In the spirit of challenging myself, which I am doing more of these days -more on that soon- I thought about making myself go an entire month without shopping any clothes, accessories or makeup and see what happens.
So since July 1st, instead of shopping for new and unique prices every time I feel like I need a pick me up (retail therapy is real), I have been going through my clothes more and even giving some TLC to some of the gems I own.
I hope to emerge from this challenge with a thicker wallet and having found the meaning of life. Just kidding, maybe.
Tratar de no comprar o gastar dinero es difícil, lo entiendo. A eso le añades vivir en una enorme ciudad como Nueva York y de repente el concepto de ahorrar y vivir aquí no van necesariamente de la mano con tener una vida social y bueno, hasta simplemente comer.
La renta es exorbitante; la comida, especialmente la que es local y orgánica, puede fácilmente terminar siendo un sueldo completo, y con todas las tiendas y marcas habidas y por haber por todos lados, mantenerte lejos de esos lugares es a veces hasta imposible.
Si ya has leído alguno de mis posts acerca de mis viajes más recientes o este acerca de jeans de niños, ya sabes que me encanta comprar ropa de segunda mano. Comprar en este tipo de tiendas es súper emocionante y barato, y personalmente creo me ha permitido crear un closet súper variado y con mucha personalidad por una fracción del costo en cualquier, otro lugar gracias a los Goodwills y Uniques del mundo.
Pero no hace mucho estaba revisando los gastos en mi cuenta y solo en pocas líneas pude ver un patrón: Había gastado $60 en ropa de segunda mano, en el mismo lugar, en solo dos semanas. Claro, con esa cantidad me compre casi más de 10 piezas de ropa pero aun así, $60 dólares es fácilmente una buena compra en el supermercado y dos buenas cenas.
Tenía que hacer algo al respecto.
Así que con la idea de desafiarme a mí misma, cosa que estoy haciendo más a menudo estos días - más de acerca de esto en adelante - pensé que sería buena idea proponerme no comprar nada de ropa, accesorios o maquillaje por todo un mes y ver qué pasa.
Así que desde el primero de este mes, en vez de salir a comprar algo nuevo cada vez que siento que necesito alegrarme un poco (eso de que comprar funciona como terapia es real), simplemente me he propuesto a revisar todo lo que ya tengo y hasta a llevar dos o tres piezas al sastre para darles una nueva vida.
Espero terminar este desafío con una billetera más gorda y habiendo encontrado el significado de la vida. Estoy bromeando, tal ves.