Let's Get Busy Living
I recently had one of those very surreal and overall awesome Sundays. I was out in a vineyard surrounded by green, nature and a lovely setting, and I found myself feeling this urge to share everything I was seeing because I was indeed very happy and it was really worth sharing.
See, I have absolutely nothing against social media, quite the opposite really. I truly think it connects the world in ways we could only dream about a few years ago (yes, just a few years ago), and I still firmly believe it has the power to absolutely keep changing the world for the better.
However, as the day progressed I noticed I was missing parts of it because I was just really focused in catching when that signal bar went up and take advantage of my chance to share everything that was happening around me. Then again, I think social media plays this awesome role in our sharing generation. We all sharing the good, the bad, the ugly and the truly stunning, but I think we are getting busy with the wrong part of the equation.
I would propose we get busier living, and not sharing right there and then. Next time I go out and about in the city I will do my best to turn off cellular data and just take pictures that I will share when I have a second to sit down and really assess the pictures I want to share without missing the wonderful things happening around me. Sounds simple right? Maybe you are a badass and you already do this, but I don’t, and I really should.
So then again, let’s get busy living and then sharing. Let’s do our best to take the moment for what it is and create this memory no filter can make better because it is already great, and maybe even breathtaking. Let’s get busy talking, sharing food, laughs and maybe even a couple of tears that we can later immortalize online.
Now if you excuse me, I will go get busy living.
El otro día tuve uno de esos Domingos inolvidables. Estaba en un viñedo rodeada de naturaleza y un ambiente increíble, y aún así me encontré sintiendo un deseo muy grande de compartir todo lo que estaba viendo porque de verdad estaba feliz y creía que era valioso compartirlo.
Verán, no tengo absolutamente nada en contra de las redes sociales, todo lo contrario en realidad. Verdaderamente creo que conecta el mundo en maneras que solo podíamos soñar hace un par de años (sI, solo un par de años atrás) y creo con mucha seguridad que tiene el poder de seguir cambiando el mundo en el que vivimos para mejor.
Aún sabiendo todo esto, me di cuenta que mientras pasaba el día me estaba perdiendo de partes del mismo porque estaba demasiado concentrada en ver cuando el celular tuviera una barra más de señal y aprovechar para compartir todo lo que estaba experimentando. Volviendo al tema del párrafo anterior, creo que las redes sociales juegan un rol súper importante en nuestra generación que comparte todo. Compartimos lo bueno, lo malo, lo feo y lo verdaderamente hermoso, pero creo que estamos muy ocupados con el lado equivocado de la ecuación.
Quisiera proponer que nos ocupemos más de vivir y no de constantemente compartir lo que nos pasa en el mismo instante. Yo personalmente trataré de que la próxima vez que salga de la rutina para hacer algo divertido, apagar la señal telefónica del teléfono y concentrarme en solamente tomar las fotos, para luego sentarme tranquilamente a ver con más calma las que deseo publicar sin perderme de todo lo increíble que está pasando a mi alrededor. Suena simple verdad? Tal vez eres genial y ya implementas esto que digo pero yo no, y de verdad debería.
Así que otra vez propongo, vamos a ocuparnos de vivir y de luego compartir. Vamos a tratar de vivir el momento tal y como es y crear más memorias que ningún filtro puede mejorar ya que son increíbles de por sí y hasta nos quitan las respiración de vez en cuando. Vamos a ocuparnos hablando, comiendo acompañados, riéndonos y tal vez hasta llorando un poco para luego inmortalizar estos momentos online.
Así que si me excusan, tengo que ir a mantenerme ocupada viviendo.